Cada 50 años festejaban un ritual para agradecer al Dragón que protegía el bosque donde vivían. Un mes antes, el Sacerdote elegía con magia dos ofrendas llamadas «Pecado» e «Inocencia». Arwen se sentía digna de ser «Inocencia» y, cuando supo quién sería «Pecado», se alegró mucho, pues era alguien despreciado por todos. Sin embargo, aunque ella no lo supiera, el Dragón sabría bien a quién correspondía cada papel, quién moriría y quién viviría para servirle.
FIN
Fotografía de imagen destacada de Daria Shevtsova en Pexels.
2 comentarios en “Microcuento: Lo que Guarda el Corazón”
que bello que escribes
Yo vivo en Miami y te dejo un abrazo escritora
¡Muchas gracias por tu comentario, Mucha!